Yo creía en la justicia y el buen hacer de la Administración cuando se me ocurrió dejar un trabajo y, a mis 28 años, encerrarme durante diez meses para preparar las oposiciones a Enseñanza Secundaria. Pensé que realizar mi vocación bien valdría dicho esfuerzo. Pero me equivoqué de convocatoria y año, y lo que pensé que era una oposición de libre ingreso en realidad era una coartada para procurar colocación a todos los interinos que han tenido todas las ventajas y nosotros, los libres, ni una sola; ni siquiera después de haber aprobado.¿Por qué no lo dijeron antes? Me hubiese ahorrado 120 euros por nueve meses que hacen 1.080 euros que he pagado a la academia de preparación de mis exiguos ahorros. Además del tiempo y el esfuerzo dedicado. ¿Qué error! No me sirve de consuelo el que me digan que dentro de dos años tú estarás en esa lista de elegidos. Qué ilusos creer que no se cambiará la norma actual para hacer más trajes a medida. Por fin, ya ha salido la lista preferente con lo cual me coloco del número 10 que me correspondería por notas al puesto 83. ¿Qué decepción!
María Jiménez Rodríguez
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